Puerto Ordaz. "El estruendo fue fuertísimo, y menos mal que no cayó en un área donde se trabajaba. El avión cayó entre unos contenedores y ahí explotó, pero ya venía echando candela".
Así lo señaló uno de los trabajadores de Sidor que, a pesar del riesgo evidente, contribuyó a rescatar a varios de los sobrevivientes del siniestro aéreo ocurrido ayer en la mañana en el que murieron 15 personas.
La aeronave de la estatal Conviasa, un ATR 42, cubría la ruta Porlamar-Puerto Ordaz y se vino a tierra cuando le faltaba poco (sólo 20 millas) para llegar a su destino, el aeropuerto Internacional de Puerto Ordaz Manuel Carlos Piar,
El siniestro ocurrió a las 9:45 am. El piloto se comunicó con la torre de control explicando que tenían problemas con uno de los motores. "Gracias a esa llamada pudimos tomar previsiones", dijo el gobernador Francisco Rangel.
Por más que intentó maniobrar, a muy baja altura el bimotor rozó una de las guayas de alta tensión que pasan por el Portón IV de Sidor y finalmente se estrelló en uno de los patios del almacén 10 de la principal industria siderúrgica del país, donde afortunadamente sólo había desechos y no había trabajadores.
En un primer momento gran parte de los heridos fueron trasladados hasta el hospital Uyapar de Puerto Ordaz, el cual colapsó, por lo que varias de las víctimas fueron trasladadas hasta clínicas cercanas.
Yaninia Rojas esperaba en Uyapar noticias de su familia y estaba esperanzada. Sin embargo, 5 de sus allegados -incluidos dos niños- murieron.
El secretario de Administración de la Gobernación de Bolívar figura entre las víctimas.
Francisco Garcés, ministro de Transporte, y el gobernador de Bolívar, Francisco Rangel, estuvieron en el sitio de la tragedia y resaltaron la labor de los obreros de Sidor y los rescatistas de cuerpos de seguridad que actuaron en el lugar.
Aeronáutica Civil (Inac) aseguró que era muy pronto para hacer hipótesis sobre las causas. Se dijo que el avión acababa de llegar de EEUU, donde recibió mantenimiento.
Relatos de los pasajeros. (el universal) Actualizado 15 Sept.
Cuando alcanzaban a ver el puente Orinoquia, una señal del pronto aterrizaje en el Aeropuerto Internacional Manuel Carlos Piar, pasajeros empezaron a sentir descenso del avión de Conviasa ATR-42, que 40 minutos antes saliera de Porlamar.
Una aeromoza comunicó a los pasajeros que abrocharan sus cinturones. Un alerta más se unió a la advertencia. Uno de los pilotos de la aeronave salió de cabina e informó que tendrían un aterrizaje de emergencia. "Solo alcanzó a decir eso y vino el impacto", relató Carmen Salazar, pasajera sobreviviente del vuelo 2350, que este lunes se precipitó a tierra en el Almacén 10 de Sidor.
Salazar relató a su hija que tras el impacto salió con la ayuda de los bomberos. "Mi madre tuvo que gatear sobre personas muertas", contó Zaida Tineo, quien prefiere relatar lo ocurrido por la tristeza que producen los recuerdos a su madre.
Ella viajaba con una comadre y dos nietas. El accidente le dejó traumatismos y desviación de pelvis, pero se halla estable.
Luis Flores recuerda gritos de la gente. Él y su esposa se encontraban en los asientos 8A y 8B, luego de pasar sus vacaciones en la Isla de Margarita. "No nos avisaron, el avión bajaba y subía hasta el momento que sacó el tren de aterrizaje y sintió el impacto, todo fue inesperado, fue rápido", relató.
"Los pasajeros pedían ayuda pero no podíamos hacer nada, todos estaban desesperados por salir. Las puertas estaban cerradas, salimos agachados por un hueco", relató.
Relatos de los pasajeros. (el universal) Actualizado 15 Sept.
Cuando alcanzaban a ver el puente Orinoquia, una señal del pronto aterrizaje en el Aeropuerto Internacional Manuel Carlos Piar, pasajeros empezaron a sentir descenso del avión de Conviasa ATR-42, que 40 minutos antes saliera de Porlamar.
Una aeromoza comunicó a los pasajeros que abrocharan sus cinturones. Un alerta más se unió a la advertencia. Uno de los pilotos de la aeronave salió de cabina e informó que tendrían un aterrizaje de emergencia. "Solo alcanzó a decir eso y vino el impacto", relató Carmen Salazar, pasajera sobreviviente del vuelo 2350, que este lunes se precipitó a tierra en el Almacén 10 de Sidor.
Salazar relató a su hija que tras el impacto salió con la ayuda de los bomberos. "Mi madre tuvo que gatear sobre personas muertas", contó Zaida Tineo, quien prefiere relatar lo ocurrido por la tristeza que producen los recuerdos a su madre.
Ella viajaba con una comadre y dos nietas. El accidente le dejó traumatismos y desviación de pelvis, pero se halla estable.
Luis Flores recuerda gritos de la gente. Él y su esposa se encontraban en los asientos 8A y 8B, luego de pasar sus vacaciones en la Isla de Margarita. "No nos avisaron, el avión bajaba y subía hasta el momento que sacó el tren de aterrizaje y sintió el impacto, todo fue inesperado, fue rápido", relató.
"Los pasajeros pedían ayuda pero no podíamos hacer nada, todos estaban desesperados por salir. Las puertas estaban cerradas, salimos agachados por un hueco", relató.
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Pérdida familiar (15 Sept)
El accidente enlutó a varias familias de Guayana. En el avión de Conviasa viajaban nueve integrantes de una familia, de la cual sobrevivieron solo cuatro. Fallecieron Luz María Rojas (69), enfermera jubilada; Luzmila Rojas (46), trabajadora de Edelca; Luis Manuel Rojas (12), estudiante de bachillerato; Michelle Bartolozzi, integrante de la selección estatal de fútbol Sub-20 y Ángel David Rojas (2).
De este grupo familiar, sobrevivieron Olivia Valdez, Junior Rojas, Daniel Rojas y José Manuel Bartolozzi.
Un familiar, Francis Rojas, dijo que solían viajar juntos. En esta ocasión, fueron a la isla de vacaciones a pagar una promesa a la Virgen del Valle.
Los recuerdos de la familia son el amor por el calipso que todos los años los llevaban a participar en los carnavales de El Callao y los continuos viajes a La Gran Sabana.
Los familiares de las víctimas no salen del asombro que produjo la desafortunada noticia. Elybeth Ibarra (25), quien perdió la vida en el siniestro de Conviasa, estaba de vacaciones en Porlamar con unas amigas.
Dos de sus amigas se vinieron el domingo. Ella junto a otra compañera prefirió volar el lunes. Ibarra formaba parte del personal administrativo de la Universidad Experimental de Guayana y hace dos meses recibió su segunda licenciatura, esta vez en Contaduría.
Nancy Rivas, prima de Ibarra, afirmó que la joven profesional estaba llena de vida. "Era aplicada, alegre y cabeza de familia, sostén de su casa".
La Universidad Católica Andrés Bello núcleo Guayana lamentó la muerte de Piliani y Nácar Rojas, alumnos de esa casa, y su padre, José Rojas. En el accidente falleció también Elis Subero, secretario de Finanzas de la Gobernación de Bolívar; y Gustavo Torres, promotor deportivo en Ciudad Guayana.
Dos víctimas más
El balance del gobernador de Bolívar, Francisco Rangel Gómez, arrojaba como saldo final a 15 víctimas, pero la enfermera Luz María Rojas murió el lunes en la noche y ayer en la mañana Castor Patiño, presidente de la Cámara de Angostura (Bolívar), dejó de existir de un paro respiratorio, con lo que subió a 17 la cifra de fallecidos.
Los cuerpos del capitán Ramiro Cadena y el primer oficial Luis Alberto Albarrán serían trasladados anoche a Caracas para los actos fúnebres.
Luis Albarrán, padre del primer oficial, relató que su hijo tenía 2 años en Conviasa. "Su vocación siempre fue ser piloto y estaba cerca de ascender".
El lunes 13, el único hijo del copiloto cumplió 15 años. "No podía volver el mismo día... Qué ingrata es la vida, tantas ilusiones y un día desaparecen".
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